Fermín Herrero: De la noche a los espejos (2015)

Hilario Jiménez Gómez, De la noche a los espejos (Madrid, Ediciones Vitruvio, 2015) 

De la noche a los espejos, en la estela del poeta Eliseo Diego, es un libro de madurez, el sexto de poesía de este escritor, cronista de la villa extremeña de la que es natural, Montánchez. De la altura, y variedad, de miras dan buena cuenta ya las citas iniciales, entre sombras y reflejos, en las que, aparte del poeta cubano de cuyos versos toma el título, se invoca a Antonio Machado, Francisco Brines y Luis García Montero.

Las cinco partes en las que se estructura el poemario −salvo la última, luminosa, hacia el amor, que compensa cierta desolación y desconsuelo de fondo de las anteriores− están conformadas por poemas duros y visionarios, incluso
expresionistas en ocasiones, como «El árbol de la duda», desde el poema inicial hacia la mística del desierto que divisara José Ángel Valente y que Antonio Colinas, otra de las referencias ineludibles de nuestro autor, levantara en uno
de sus libros, hasta la ausencia corpórea que lleva la muerte en los «Trenes perdidos».

La asentada poética de Hilario Jiménez Gómez se desarrolla normalmente en poemas muy condensados −varios poemas hiperbreves se quedan por su contundencia emotiva resonando en la memoria−, ambiguos a veces en el contenido y precisos en la forma, como sucede aquí. Si bien otros destacan porque tienen esa gracia de la poesía tradicional, tan auténtica, tan difícil, que procede de la asimilación profunda de los poetas del 27; no en vano el autor es un consumado
especialista crítico en algunas de las figuras señeras de esta generación, ensamblada a la perfección con el vanguardismo: enumeraciones caóticas, juegos de palabras, traslaciones semánticas o potentes metáforas irracionales.

Caben también, por último, destacar, dentro de la riqueza de matices e intertextualidades del libro, las deudas literarias en forma de homenaje a García Lorca o a Félix Grande acompañándole por palos flamencos, el texto dedicado al
recientemente desaparecido Santiago Castelo o un guiño, harto indicativo, a Pessoa en «Palabras». Sobresaliente.

Fermín Herrero

https://www.aeex.es/el-espejo/ núm. 8 / p. 107/